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¿Qué son los terrores nocturnos? Los terrores nocturnos son episodios de despertar brusco que suelen suceder en el primer tercio de la noche, durante las fases de ondas lentas (NREM). Son muy alarmantes ya que los niños pasan de forma brusca de estar profundamente dormidos a incorporarse en la cama, gritando y con una elevada activación autonómica (sudor, taquicardia, hiperventilación, etc.). A pesar de tener los ojos abiertos y muchas veces fijos en un punto, los niños no están totalmente despierto y no responden a los estímulos externos (por ejemplo, a los padres que le hablan). Si llegan a despertarse, pueden tardar varios minutos (que a los padres se les hacen eternos) y cuando lo consiguen se muestran desorientados y confusos. A la mañana siguiente, lo normal es que no se acuerden del episodio y, si recuerdan algo, los contenidos no son muy elaborados, sólo alguna escena aislada de terror. Causas de los terrores nocturnos No parece haber única causa responsable del origen de los terrores nocturnos, aunque algunos factores parecen jugar un papel importante en su etiología: Factores genéticos. El hecho de que los terrores nocturnos suelan estar asociados a otras alteraciones del despertar, como el sonambulismo, así como la alta incidencia entre familiares, hace pensar en una base hereditaria para este trastorno.
Factores madurativos. Los terrores nocturnos tienden a desaparecer con el paso de los años, lo que podría estar señalando la existencia de un retraso madurativo del sistema nervioso central.
También se ha asociado la aparición de los terrores nocturnos al consumo de algún tipo de sustancias (como el alcohol o los ansiolíticos) a los estados febriles y al cansancio, ya que en estas circunstancias suelen aumentar las fases de sueño lento en la que normalmente aparecen los terrores.
Situaciones de ansiedad vividas durante el día pueden hacer que los niños se acuesten en estado de agitación, situación que normalmente predispone a la aparición de los terrores.
Tratamiento de los terrores nocturnos En el tratamiento de los terrores nocturnos, la primera actuación debe ser informar a los padres de la naturaleza del trastorno. Así mismo, y como hemos señalado en el apartado relativo a las causas, dada la vinculación de los terrores nocturnos entre situaciones estresantes para el niño y mayor frecuencia de aparición de los episodios, se debe detectar la existencia de cualquier tipo de problemas (escolares, de relación familiar, con los amigos, etc.) y abordar su intervención cuando sea el caso, ya que al solucionar estos problemas es normal que disminuya la frecuencia de los episodios. Si desea ponerse en contacto con nosotros, puede hacerlo en horario de 9 a 20 de lunes a viernes a través del teléfono 960 800 108 y las 24 horas del día a través de nuestro formulario de contacto.
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