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"En la fantasía podemos ensayar el futuro, reproducir el pasado y superar las limitaciones del presente". Maltz & Boss. Durante largas décadas se pensó que la diferencia principal entre las fantasías de hombres y mujeres consistía en que los hombres elaboraban fantasías y las mujeres no, ya que su deseo era, en el mejor de los casos, escaso. Posteriormente se pasó a considerar que la diferencia radicaba en la temática escogida, ya que se presuponía que los hombres elaboraban fantasías basadas en prácticas sexuales y las mujeres exclusivamente en componentes emocionales y románticos. En la actualidad, podemos concluir que la utilización de las fantasías para provocar el deseo y la excitación erótica no son una cuestión de género, ya que tanto hombres como mujeres recurren a ellas para favorecer su respuesta sexual. ¿En qué se diferencian las fantasías sexuales de hombres y mujeres? Las diferencias principales que existen entre las fantasías sexuales de hombres y mujeres residen en la elaboración de las mismas: Las fantasías femeninas tienen un alto contenido emocional, se basan más en el proceso de la excitación y en el desarrollo de la propia fantasía. Contienen infinitos detalles que llevan a conferirle una alta carga erótica. Se puede decir que están más elaboradas y que la mujer es la protagonista de su propia historia.
Fantasías sexuales en las mujeres Las mujeres elaboran de manera más detallada las fantasías. Pueden conjugar diferentes tipos en los que la temática y la sensación pueden solaparse. Es bastante habitual entre las mujeres elaborar sus fantasías a través de diversos recursos imaginativos, jugando un papel importante los sonidos, las texturas y los olores. La creación de las fantasías femeninas responde a un complejo entramado de conductas y sensaciones. Por todo ello, la preparación de la fantasía femenina es mucho más larga y con una gran variedad en la que el juego erótico tiene un papel protagonista. No son tan finalistas como las fantasías masculinas, ya que en muchas de ellas, el centro de la excitación no está en la consecución de un orgasmo, sino en todo el recorrido contextual fantaseado. Los temas más frecuentes utilizados en las fantasías sexuales de las mujeres son aquellas en las que: La propia mujer tiene un rol concreto (desde mujer salvaje a mujer amada), donde se realizan conductas sexuales que no están reflejadas en su experiencia real. Generalmente, se realizan con la pareja habitual.
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