Hace un siglo nació un personaje teatral que el cine inmortalizó y que después sirvió para tipificar un síndrome: el síndrome de Peter Pan.
¿Qué es el Síndrome de Peter Pan?
El nombre de Peter Pan se utiliza como sinónimo de inmadurez masculina y su perfil caracteriza a hombres que han alcanzado la mayoría de edad, pero que están lejos de alcanzar la madurez personal. Los hombres Peter Pan son hombres con un alto grado de inmadurez, comportamientos infantiles y miedo al compromiso. Está claro entonces que si un hombre Peter Pan quiere encontrar pareja y comprometerse, no le queda más remedio que crecer y liberarse de sus miedos.
Pero ¿existen realmente muchos hombres Peter Pan? Si preguntamos a las mujeres, seguro que la respuesta mayoritaria sería afirmativa. En cambio, si preguntáramos a los hombres, la respuesta no sería tan rotunda: unos lo reconocerían, otros lo negarían y otros pensarían que son cosas del feminismo.
Según nuestra experiencia en nuestra consulta de Valencia, cada vez son más los propios hombres los que empiezan a identificar en ellos mismos algunos de las características del síndrome de Peter Pan y que acuden a terapia porque desean crecer o cuando menos, encontrar algunas respuestas a sus comportamientos.
Síntomas o Rasgos del Síndrome de Peter Pan:
Los dos rasgos que se repiten en una inmensa mayoría de los casos son:
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Déficit afectivo.
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Inseguridad.
Sin embargo, esto no quiere decir que todos los hombres con carencias afectivas e inseguridades desarrollen el síndrome de Peter Pan, dado que estas características son comunes a todas las personas que no se han sentido, o no se sienten, queridas. La diferencia estriba en cómo han afrontado sus inseguridades y sus déficits afectivos, especialmente, en la infancia y adolescencia.
Otros rasgos que suelen estar presentes en el perfil de hombre Peter Pan son los siguientes:
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Escasa resistencia a la frustración.
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Desarrolla poco la capacidad de autocrítica.
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Presenta dificultades para aceptar relaciones de pareja simétricas.
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Niveles de egocentrismo y narcisismo elevados.
Ser Peter Pan es quedarse en la infancia y ser maduro es avanzar hacia el futuro. Para superar el síndrome de Peter Pan, el hombre tiene que aceptarse a sí mismo y, desde ahí, crecer para dejar atrás el País de Nunca Jamás.
En ocasiones, si no se logra superar solo, puede ser de mucha ayuda un adecuado apoyo psicológico prestado por un profesional, que le acompañe en su viaje a la madurez.
Si deseas ponerte en contacto con nuestro centro de psicólogos de Valencia, puedes hacerlo en horario de 9 a 20 de lunes a viernes a través del teléfono 960 800 108 y las 24 horas del día a través de nuestro formulario de contacto.
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