En el Centro de Psicología López de Fez, en Valencia, realizamos el diagnóstico y tratamiento psicológico de la bulimia nerviosa.
¿Qué es la bulimia nerviosa?
La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por episodios recurrentes de gran voracidad seguidos de conductas purgativas (vómitos autoinducidos, empleo de laxantes y/o diuréticos y práctica excesiva de ejercicio) para contrarrestar la gran cantidad de alimentos ingeridos y controlar el peso. Las personas con este trastorno generalmente se dan cuenta de que es un comportamiento desadaptado y, a menudo, se sienten deprimidas y culpables. Además, muestran altos niveles de ansiedad frente a los alimentos y a la conducta de comer y se preocupan mucho por su imagen corporal.
Al igual que ocurre con otros trastornos del comportamiento alimentario (como en la anorexia), la bulimia nerviosa afecta principalmente a mujeres jóvenes y está incrementando. Se calcula que, aproximadamente, el 90 % de los bulímicos son mujeres, a pesar de que su prevalencia exacta es desconocida debido a las grandes dificultades que entraña la detección del trastorno. Existen diversas razones que justifican esta dificultad de diagnóstico:
La mayoría de las pacientes bulímicas comienzan el trastorno después de una comida copiosa, al decidir eliminar este exceso vomitando. Son tan perfeccionistas en lo que respecta a su imagen corporal que nunca toleran lo que han comido en exceso, y deciden purgarse. De forma súbita descubren que han encontrado el método ideal para mantenerse delgadas sin sufrir. La purgación, como solución a su malestar físico o psíquico, comienza de forma leve y pronto se convierte en un círculo vicioso del que no se puede salir.
Síntomas y consecuencias de la bulimia nerviosa
Durante el atracón suelen comer alimentos combinados y/o grandes cantidades del mismo alimento. Lo mas frecuente es que estos alimentos sean aquellos que la paciente ha calificado como prohibidos y ha eliminado de su dieta habitual. No obstante cuando el atracón es muy intenso, se come cualquier comida y de cualquier manera.
Para que una cantidad de comida excesiva pueda considerarse un atracón se necesita que la paciente viva este consumo con la sensación que no puede dejarlo de consumir ni pararlo una vez iniciado. Esta sensación irresistible, determina que pueda considerarse atracón el consumo de cantidades moderadas de comida a las que está unida la sensación de no poder dejarlas de comer. Por ello los atracones han sido catalogados como objetivos y subjetivos. En los atracones objetivos, se observa tanto un consumo excesivo de comida como la sensación de pérdida de control; en los atracones subjetivos, la cantidad de comida consumida es leve o moderada, pero se mantiene la sensación de no poder resistir el deseo de comer o de parar en un momento dado.
Mientras dura el atracón, el nivel de conciencia de la paciente se reduce; come de forma paroxística, automática, sin pensamientos, rápidamente, sin intervalos. Come hasta que no se puede mover, hasta que siente dolor abdominal, le da el sueño o aparece alguien. Esta forma de comer poco tiene que ver con el hambre física. Come por otras razones que, generalmente, no sabe discriminar ni ponerles palabras. Siente un impulso irrefrenable. Come porque siente un vacío insoportable; se aburre, tiene ira, está frustrada, se siente incapaz, sola, cansada, triste, insegura y elude los problemas que necesitan ser resueltos y que afloran cuando tiene un tiempo libre poco estructurado. En su interior, no sabe qué es lo adecuado y qué no lo es; lo que es mucho y lo que es poco; lo que es justo y lo que constituye un abuso.
Su insatisfacción hace que se encuentre decepcionada y aburrida; necesita experiencias y sensaciones nuevas para sentirse viva por dentro. La exageración en la comida busca intensificar al máximo una sensación que compense el hastío. El atracón le calma y ocupa ese vacío; ese tiempo hueco. Quisiera salirse de esto y estar con gente, pero le da miedo que le descubran, que vean quién es ella en realidad. Se siente fracasada y poco a poco su vida se convierte en un caos. Muchas pacientes utilizan la comida como forma de acompañamiento y sustitución de carencias afectivas. (Leer más...)
Tratamiento de la bulimia nerviosa en Valencia
En el tratamiento de la bulimia nerviosa, los objetivos terapéuticos deben cubrir todas las áreas en las que la persona bulímica presente comportamientos desadaptados. Así, en primer lugar, será fundamental interrumpir la cadena dieta restrictiva -> violación de la dieta -> conducta purgativa, ya que éste es el elemento fundamental de este trastorno. Esto implicará, por una parte, impedir la ejecución de acciones purgativas después de una comilona. Por otra parte, esto permitirá también modificar la dieta y proporcionar educación en nutrición y, finalmente, modificar los hábitos generales de alimentación de la persona bulímica.
En una segunda fase del tratamiento que realizamos en Valencia, será necesario intervenir sobre la alteración de la imagen corporal que presentan las bulímicas, haciendo especial hincapié en las preocupaciones y malestar que les produce mirar o pensar en el tamaño de su cuerpo o en partes concretas del mismo. También será necesario entrenar a las personas bulímicas en estrategias de resolución de problemas para que sea capaz de hacer frente a las situaciones ante las cuales es posible que se pueda desencadenar un atracón.
En el tratamiento de la bulimia nerviosa es imprescindible tener en cuenta el entrenamiento en estrategias para hacer frente a las posibles recaídas. Por último, es importantísimo realizar un seguimiento del tratamiento de la bulimia, ya que la experiencia en este tema demuestra cómo el apoyo psicológico, familiar y social es fundamental para la recuperación total de las personas bulímicas.
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