En el Centro de Psicología López de Fez, en Valencia, realizamos el diagnóstico y tratamiento psicológico de la eyaculación precoz.
¿Qué es la eyaculación precoz?
Básicamente, la eyaculación precoz consiste en que el hombre eyacula con excesiva rapidez durante la interacción sexual, bien por eyacular tras el juego inicial, antes incluso de llevar a cabo la penetración, o bien por eyacular inmediatamente después de la introducción del pene en la vagina, con o sin la realización de algunos movimientos. La consecuencia más inmediata suele ser la imposibilidad de continuar el coito durante un tiempo suficiente como para que la mujer pueda conseguir el orgasmo.
Causas de la eyaculación precoz
Rara vez la eyaculación precoz se debe a causas orgánicas, si bien en algunos casos enfermedades locales de la uretra posterior o trastornos neurológicos degenerativos (por ejemplo: esclerosis múltiple), entre otras, pueden facilitar la aparición de eyaculación precoz.
En la mayoría de los casos, la eyaculación precoz tiene que ver con una historia de aprendizaje en la que el hombre ha tenido experiencias sexuales en las que se vio empujado a eyacular con rapidez debido a las condiciones en las que lo hacía (por ejemplo, en un lugar en que podía ser sorprendido, o con una compañera que le urgía rapidez, ... ). En otros casos, es posible que situaciones de estrés o ansiedad hayan facilitado la aparición de eyaculación precoz, asociándose posteriormente la eyaculación precoz a las interacciones sexuales.
Una vez que se ha aprendido un reflejo eyaculatorio rápido, dado que éste es automático, es difícil conseguir controlarlo de forma voluntaria, por lo que, una vez establecida la eyaculación precoz, es difícil que desaparezca de forma espontánea.
Tratamiento psicológico de la eyaculación precoz en nuestra clínica de Valencia
El eyaculador precoz no ha aprendido la continencia eyaculatoria porque no es consciente (por alguna de las causas comentadas anteriormente) de las sensaciones premonitorias del orgasmo.
Hoy en día, sabemos que la percepción consciente de las sensaciones que conducen a un reflejo, como los de orinar, defecar y, por supuesto, eyacular, es un requisito previo para aprender el control voluntario. Por lo tanto, el mejor tratamiento consiste en promover la percepción clara de las sensaciones premonitorias del orgasmo, en condiciones de tranquilidad, por parte del eyaculador precoz.
La experiencia nos demuestra que la gran mayoría de los eyaculadores precoces puede responder a este tratamiento destinado a proporcionar un feedback sensorial de las sensaciones eyaculatorias.
No obstante, cuando la eyaculación precoz responde a una profunda necesidad psicológica, sólo la resolución del conflicto inconsciente permitirá la curación. En estos pocos casos, nuestro abordaje del tratamiento es distinto y lo orientamos a vencer las resistencias inconscientes asociadas.
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