La Terapia de Pareja: termina con los conflictos Emocionales y Relacionales

La pareja es cosa de dos. Sin embargo, cuando la relación llega a tal punto de deterioro en el que parece no haber solución y en el que las discusiones inútiles y destructivas o los prolongados silencios se han convertido en la tónica habitual, ha llegado el momento de plantearse la terapia de pareja.
Las estadísticas hablan por sí solas. Si bien existen parejas que comienzan la terapia cuando el daño es totalmente irreversible, el 70% de las parejas que la realizan solucionan sus problemas.
Infidelidades, celos, falta de comunicación, insatisfacción sexual, desacuerdos en la forma de educar a los hijos, una situación económica complicada… los motivos por los que una pareja puede llegar a pedir una consulta psicológica son variados. Cada pareja es un mundo: en algunos casos, los menos, los problemas son puntuales y basta con un par de sesiones para poner las cosas en su sitio; en otros, la gran mayoría, los problemas vienen arrastrándose desde hace años.
¿Qué es la Terapia de Pareja?
Este tipo de terapia ayuda a las parejas (casadas o no) a entender y resolver los conflictos emocionales y relacionales que les impiden disfrutar de una relación satisfactoria. La terapia de pareja proporciona las herramientas necesarias para potenciar la comunicación, utiliza técnicas para la resolución de conflictos e incentiva la negociación de las diferencias existentes en la pareja. Es recomendable tanto en aquellas parejas con problemas puntuales pero que desean mejorar su relación como en aquellos matrimonios con fuertes conflictos que están a punto de divorciarse.
Por lo general, uno de los dos miembros de la pareja es el que da la voz de alarma. Si la otra parte se niega a acudir a terapia, la persona que ha tomado la iniciativa todavía puede acudir de manera individual. En estos casos, la consulta se centra en sugerir estrategias cuyo propósito es conseguir que el otro miembro se incorpore a la terapia. Si esto no funciona, la terapia todavía puede tener éxito, aunque la persona que la realiza deberá trabajar más. Sin embargo, como la seguridad y la autonomía de la parte que acude rápidamente se ven mejoradas, en muchos casos esto provoca un «efecto arrastre» que ayuda a que, finalmente, la parte más escéptica se incorpore a la terapia.
¿Por qué acudir a una Terapia de Pareja?
Lo hemos comentado en los apartados anteriores: cada pareja es un mundo, y si bien en muchos casos los problemas son puntuales y la terapia puede ser muy breve, hay otros casos en los que los problemas requieren de mayor tiempo y dedicación para superarlos.
Los problemas de pareja pueden llegar a ocasionar serios problemas, tanto físicos como mentales. Detallamos a continuación los más frecuentes:
- Depresión.
- Ansiedad.
- Alcoholismo.
- Estrés.
- Insomnio.
- Cefaleas o dolores de cabeza.
- Taquicardia.
- Problemas digestivos.
Además, en aquellos casos en los que la pareja tiene hijos, estos también van a verse afectados por la situación familiar. Los conflictos graves de pareja son el caldo de cultivo ideal para que los hijos manifiesten problemas de conducta, agresividad, estado de ánimo depresivo, bajo rendimiento escolar, búsqueda de refugio en los amigos, en el consumo de sustancias tóxicas, en conductas sexuales de riesgo, etc.
La terapia de pareja consigue cambiar la perspectiva de la relación. El psicólogo anima a ambos miembros a contemplar su relación incluyendo la perspectiva del otro.
Por otro lado, se consigue mejorar la comunicación. En muchas parejas la ausencia de comunicación deteriora poco a poco la relación. Discusiones destructivas con el único fin de hacer daño al otro (aunque ambas partes terminan perjudicadas) también son muy comunes. La terapia promueve un diálogo constructivo en el que ambos miembros sean capaces de expresar sus emociones e ideas respetando al otro.
¿Cómo funciona la Terapia de Pareja?
No hay un número fijo en el número de sesiones necesarias para solucionar los problemas. La duración de la terapia dependerá de factores como la profundidad y cronicidad de los problemas, del cariño que todavía quede entre ambos, de la historia compartida hasta el momento de la crisis, de la voluntad de los dos de volver a querer y a redescubrir al otro…
En nuestro centro psicológico de Valencia, la terapia suele iniciarse con una sesión en la que ambos miembros están presentes. En esta sesión, cada miembro de la pareja expone los problemas desde su punto de su vista así como sus expectativas con respecto a la terapia.
En las siguientes sesiones, se trabaja por separado para que cada miembro se sienta en libertad para expresar sus sentimientos y preocupaciones. Terminadas estas sesiones, se vuelve a tener una sesión conjunta en la que la pareja pone en común sus logros y establece metas.
En la terapia de parejas, el rol del psicólogo es el de mediador neutral, pero el mérito es siempre vuestro: cuanto más os impliquéis antes veréis resultados positivos.
¿Quieres comenzar ya a mejorar tu relación? En ese caso no dudes en contactar con nosotros. Llámanos a nuestro centro de Valencia (960 800 108) o contacta con nosotros con este formulario. ¿A qué esperas?
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Cristina Benchetrit -
muy interesante tu articulo.
veré de suscribirme a tu blog.
un saludo, desde argentina
Alicia López de Fez -
Hola Cristina,
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado mi artículo sobre la terapia de parejas.
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Marìa Graciela Pèrez -
Muy bueno tu artìculo, creo que lo que ocurre es que cada uno de los integrantes de la pareja actùa en forma muy individual, si bien, no existe la media naranja, cuando formamos una pareja, no dejamos de ser esa persona singular, ùnica, pero cuando tomamos una actitud, no sòlo debemos pensar en nosotros, sino que de alguna manera, no ser narcisistas, y satisfacer solamente nuestros deseos, perjudicando al otro, por lo tanto debe haber una negociaciòn o consenso, para que cada uno de los integrantes de la pareja pueda de alguna manera satisfacer sus necesidades, deseos y crecer reciprocamente, porque si uno solo crece y el otro se somete,pueden aparecer los desacuerdo, menosprecios y asì la diferencia o brecha va creciendo dìa a dìa , la comunicaciòn entre ambos es menor, lo que trae aparejado los problemas de pareja, de familia, y si hay hijos, èstos empiezan a ejercer el rol de motìn de guerra.
Por consiguiente lo esencial en toda relaciòn es la COMUNICACIÔN.
Alicia López de Fez -
Estimada María Graciela,
Muchas gracias por tu interesante y acertado comentario. Efectivamente, en nuestra experiencia en terapia de pareja, enseñarles a resolver los conflictos es un aspecto común a todas ellas. Los psicólogos expertos en terapia de pareja ofrecemos herramientas para solucionar los problemas desde un posicionamiento gano – ganas, siempre y cuando ésto sea posible, minimizando las posiciones gano – cedes.
Sin embargo, puede resultar curioso lo siguiente. Muchas parejas que acuden a nuestro Centro de Psicología, en Valencia, nos comentan lo siguiente en la primera sesión: «No entendemos cómo hemos llegado hasta aquí, si no discutimos nunca!». Y yo les comento: «Mala señal!» Y es que el conflicto es natural en todas las relaciones interpersonales, también en las de pareja, y quien evita siempre los conflictos (el que siempre cede) al final tiene un conflicto más grande.
Aprender a discutir, desde la calma, sin perder los nervios, sin dejar que se difumine nuestra individualidad dentro de la relación de dos: ése es el reto!
Abrazos,
Alicia López de Fez
Directora del Centro de Psicología López de Fez (Valencia, España)
Equipo de Psicólogos expertos en Terapia de Pareja.