A lo largo de los tres últimos siglos, se ha ido desarrollando la llamada sociedad de consumo gracias, fundamentalmente, al aumento del poder adquisitivo de la población. El consumo está ligado a las necesidades de cada uno y mejora las condiciones de vida, pero existe el riesgo de caer en el consumismo, es decir, consumir de forma compulsiva y desmesurada. Hoy en día muchas cosas están al alcance de todos, incluido los niños. A menudo, ellos deciden sobre los hábitos de consumo de los padres y son en muchas ocasiones los que les obligan a comprar determinados productos porque los han visto en los anuncios de la televisión o en casa de sus amigos. "Cuanto más compras más eres" parece ser el eslogan de la sociedad de consumo y los niños no escapan a esta filosofía, en parte porque mucha publicidad está dirigida a ellos y también porque no pocas familias pasan sus fines de semana en las grandes superficies comerciales. En estos lugares, los niños están rodeados de multitud de objetos y, a menudo, insisten hasta conseguir que sus padres les compren aquello que se les antoja. Algunas ideas equivocadas que nos pueden llevar a dar a los niños todo lo que quieran en el momento que lo deseen son las siguientes: No hay que perder de vista que los padres son el principal modelo de los niños: si ellos ven que sus padres dedican la mayor parte de su tiempo libre a consumir, a hacer compras, ellos lo reproducirán tarde o temprano. Si desea ponerse en contacto con nuestro equipo de psicologos infantiles en Valencia, puede hacerlo en horario de 9 a 20 de lunes a viernes a través del teléfono 960 800 108 y las 24 horas del día a través de nuestro formulario de contacto.
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