En la vida estamos continuamente tomando decisiones, en todos los ámbitos: personal, laboral, familiar, pareja, social, económico… Incluso cuando decidimos mirar hacia otro lado y no hacer nada estamos tomando una decisión: la decisión de no encarar la situación y apostar por la inacción, quizá con la esperanza de que ese problema o dilema se desvanezca por sí solo, lo que muy habitualmente acaba siendo la peor de las decisiones.
En el Centro de Psicología López de Fez ayudamos con frecuencia a personas que acuden a nosotros porque desean aprender a tomar decisiones. Así de sencillo. Este deseo (o más aún: esta necesidad) que tienen estas personas en relación al hecho de tomar buenas decisiones puede tener su raíz en diversas causas:
- Evitación. Hay personas a quienes les cuesta tomar decisiones importantes, o incluso las evitan. Como antes hemos mencionado, y aunque resulte paradójico, esta suele ser la peor decisión.
- Otras personas, por su propio carácter o por experiencias vitales que les han “marcado” de alguna manera, arrastran una falta de confianza en ellas mismas (no acaban de creer del todo en sí mismas, en su valía y posibilidades) y no son capaces de discernir si la decisión tomada ha sido la correcta.
- Miedo. En otras personas, el miedo tiene un efecto letal en su bienestar y equilibrio vital. Es este miedo a tomar decisiones el que les inclina a tomar decisiones que, muchas veces, no son buenas para ellas. Un ejemplo claro y frecuente de ello son las personas que, aun llevando una relación de pareja insatisfactoria e incluso dañina, no toman la decisión de separarse o poner distancia un tiempo de su pareja por miedo a la soledad, por miedo a no encontrar otra pareja.
- Inseguridad. Hay también personas que se sienten inseguras y ello les lleva a tomar decisiones cambiantes –y en ocasiones contrapuestas– de manera recurrente.
- Otras personas sencillamente son poco reflexivas, precipitadas en sus actos, lo que provoca que en no pocas ocasiones se tomen decisiones inadecuadas.
En definitiva: las causas de esta problemática pueden ser múltiples y la buena noticia es.... ¡que sí podemos aprender a tomar buenas decisiones!
Obviamente no se trata de ninguna “receta magistral”. Se trata, ni más ni menos, que de analizar desde la psicología cuáles son los motivos que impiden a una persona tomar decisiones, o discernir si son las más adecuadas, o tener la confianza de que está tomando las decisiones correctas.
Estas causas a veces son sencillas, y otras pueden ser bastante complejas. Pero con la terapia apropiada se puede ayudar a cualquier persona a generar autoconfianza y seguridad en sí misma, a mejorar su capacidad de análisis y reflexión, a despojarse de sus miedos y a afrontar las situaciones que se le presentan por indeseables e inoportunas que a veces éstas puedan ser.
Aprender a tomar buenas decisiones nos hace más completos, libres y felices. Si piensas que te vendría bien contar con ayuda profesional para guiarle hacia saber tomar mejores decisiones, o simplemente a tomarlas, no creas ni mucho menos que sólo te ocurre a ti.
Y en el Centro de Psicología López de Fez en Valencia contarás con los mejores psicólogos y profesionales de la psicología y la sexología para ayudarte en tu crecimiento personal y vital.
Centro de Psicología López de Fez… ¡Comprometidos con tu bienestar!
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