En el Centro de Psicología López de Fez, en Valencia, realizamos el diagnóstico y tratamiento psicológico para superar la adicción al cannabis.
¿Qué es el cannabis?
El nombre científico de la planta es cannabis sativa, y se viene cultivando desde hace siglos, sobre todo por sus propiedades industriales (su fibra ha servido para hacer cuerdas, velas y sus semillas han servido de alimento para ganado o pájaros), pero también ha tenido en algunas regiones a lo largo de la historia un uso medicinal y recreativo.
De la planta de cannabis, se consumen:
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las hojas y flores secas de la planta que es lo que denominamos marihuana (con un contenido de THC, tetrahidrocannabinol, que es el principal producto activo que actúa sobre el cerebro y que, por tanto, es el motivo por el cual algunas personas lo consumen, que va desde el 4% hasta el 20%).
Se han identificado más de 400 componentes en la planta del cannabis, de las cuales 61 son cannabinoides, es decir compuestos que se parecen químicamente al THC.
El THC es muy soluble en grasas, por lo que tiende a depositarse en los tejidos grasos del organismo, desde donde se va eliminando lentamente. Esto explica que su presencia en el cuerpo sea detectable en orina tras bastantes semanas después de haberse consumido y que
al dejar de hacerlo después de un período de consumo habitual el cuadro de abstinencia sea mucho más leve que con otras drogas que se eliminan muy rápidamente.
La forma más habitual de consumirlo es en forma de cigarrillo preparado manualmente (que es lo que conocemos como porro, canuto, petardo,…) a base de marihuana sola o bien de tabaco mezclado con hachís. A veces se fuma utilizando pipas. Y en ocasiones se consume como si fuese un alimento formando parte, por ejemplo, de pasteles.
Fumar porros puede convertirse en una adicción. La mayoría de las personas que fuman porros lo hacen de forma esporádica. Pero una persona de cada cinco llega a tener problemas de consumo perjudicial (hay abuso o adicción y hay efectos negativos para su salud), desarrollando una dependencia al cannabis (es decir, fuman casi todos los días).
Esta adicción al cannabis es más probable que aparezca entre aquellas personas que progresivamente van incrementando el número de porros que se fuman en un día (la cantidad), así como el número de días que fuman (la frecuencia).
Consecuencias negativas del consumo de cannabis
Muchas personas piensan que el consumo de cánnabis no tiene consecuencias negativas. Pero si escuchamos a los propios escolares que han consumido cánnabis, ellos mismos constatan los siguientes problemas ligados al consumo:
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Problemas de memoria.
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Tristeza, apatía o depresión.
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Dificultades para estudiar o trabajar.
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Faltar a clase.
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Problemas económicos.
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Problemas físicos.
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Conflictos con los padres y hermanos.
Las consecuencias negativas que observamos en nuestro centro de Valencia dependen básicamente de la edad en que se inicia el consumo, la frecuencia, la concentración en Thc del cánnabis, la predisposición de la persona, su personalidad y sus circunstancias y el consumo de otras drogas. Los problemas no van a ser los mismos si se trata de un consumidor adolescente que empieza a hacer un uso frecuente (diario, casi diario o semanal) o si se trata de un adulto que hace un uso ocasional. En el primer caso, muy probablemente el consumo va a tener repercusiones sobre el desarrollo emocional del adolescente, sus estudios, sus relaciones, sus posibilidades laborales futuras; en el segundo caso, los problemas pueden ser mínimos aunque también los pueden existir (lipotimias, problemas con la conducción, sobre todo si se combina con alcohol y otras drogas,...).
Tratamiento de la adicción al cannabis en Valencia
Depender de algo significa, por definición, que cuesta dejarlo y que es fácil recaer una y otra vez... y lo cierto es que las personas adictas a al cannabis suelen acabar necesitando ayuda profesional, producto, pese a lo cual hay una gran dificultad para aceptar primero que se ha creado una dependencia y luego para pedir ayuda, al igual que ocurre con los consumidores de tabaco. Necesitan sobre todo ayuda terapéutica específica aquellos con problemas psiquiátricos (esquizofrenia, depresiones,…) que consumen, pues se ha comprobado que existe una gran relación entre ambas problemáticas, y que la mejoría depende en gran medida de que abandonen el consumo de cánnabis.
Es importante también centrarse en la problemática específica de los adolescentes que consumen cánnabis con frecuencia. En esos casos, el consumo puede contribuir enormemente a situaciones de fracaso escolar, desinterés por las cosas, cambios de humor o estado depresivo, problemas de aprendizaje,… Esta problemática puede ser debida a muchos factores (problemas familiares, dificultades personales, etc.), pero el consumo de cánnabis, ya sea como causa o como consecuencia, puede ser un elemento explicativo muy importante a tener en cuenta en el tratamiento.
La investigación sobre el cannabis (así como sobre el alcohol, el tabaco, la cocaína, etc.) ha demostrado que las situaciones de riesgo provocan más recaídas en el consumo, por lo que una parte importante del tratamiento está orientado a identificarlas y a proporcionar estrategias y recursos a la persona adicta para que pueda afrontarlas con éxito.
De esta forma, los hábitos se aprenden y también se aprende a consumir cannabis. Se trata ahora de desaprender un hábito adquirido. Dejar de fumar y mantener la abstinencia (o un consumo reducido) requiere una motivación clara y esfuerzo, pero lo importante es que, junto con el tratamiento y la terapia adecuada, es posible conseguirlo.
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