¿Qué es el miedo? El miedo es un sistema de alarma que avisa al niño de situaciones de peligro para que adopte las precauciones necesarias y así poder evitar daños y perjuicios. ¿Para qué sirven los miedos infantiles? La función protectora y adaptativa del miedo Podríamos decir que el miedo es el ángel de la guarda de los niños. Por miedo a perderse y a quedarse solos, los niños juegan en el parque sin dejar de vigilar con el rabillo del ojo y comprobar si su madre o su padre siguen sentados en el banco y no se han ido. Además de su función protectora, los miedos infantiles desempeñan también un papel importante de preparación a las situaciones cada vez más estresantes a las que, progresivamente, deberán enfrentarse los niños a lo largo de su vida. Sin embargo, el sistema no es perfecto y, en ocasiones, se dispara irracionalmente, sin fundamento, causando un malestar innecesario en el niño y pudiendo afectar negativamente a su desarrollo.
Miedos más comunes en la infancia Entre los miedos más comunes en la infancia se encuentran los siguientes: Miedo a la oscuridad.
Miedo a los animales.
Miedo a los ruidos fuertes. Se refiere a los estruendos y sonidos inesperados, como tormentas, fuegos artificiales, petardos, aspiradoras, asociados a situaciones que les provocan miedo.
Miedo al personal sanitario. Este miedo hace referencia a los médicos y a los hospitales que los niños relacionan, a menudo, con la enfermedad.
Miedo a la altura. Se refiere al temor que experimentan los niños a tirarse de un tobogán, a entrar en el ascensor, a subirse a las atracciones, a trepar, etc.
¿Cómo se superan los miedos infantiles? Se superan haciéndoles frente y no evitando las situaciones temidas. Al contrario, la evitación constante de las situaciones que asustan al niño ayuda a mantener el problema, impidiendo la superación del mismo. Lógicamente, para ayudar a los niños a superar sus miedos irracionales hay que seguir un procedimiento que nos garantice el éxito. El procedimiento nos permite una aproximación gradual al objeto o situación temida e implica la desaparición progresiva del miedo y la superación de la ansiedad que les provoca. Cuando el miedo es desproporcionado, produce sufrimiento en el niño y altera su desarrollo normal, conviene solicitar la ayuda profesional para solucionar el problema e impedir que el miedo se convierta en fobia o en trastorno de ansiedad. Si desea ponerse en contacto con nosotros, puede hacerlo en horario de 9 a 20 de lunes a viernes a través del teléfono 696 347 664 y las 24 horas del día a través de nuestro formulario de contacto.
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