Algunos niños parece que tienen un radar sintonizado para detectar lo que va mal en cualquier situación. Aunque haya aspectos positivos, ellos tienen la habilidad de darse cuenta y de comentar todo tipo de problemas, incluso los más pequeños e insignificantes.
Un niño pesimista, negativo o gruñón puede, por ejemplo, buscar en una mesa llena de regalos precisamente el que no le han comprado. Es posible que después de un día lleno de actividades pensadas para él, al llegar a casa, se indignen porque no se pone la película que quiere en ese momento. Es posible que el niño se sienta muchas veces feliz, pero su alegría es frágil y, en general, tenderá a quejarse incluso aunque no haya motivos para ello.
A muchos padres les resulta difícil sintonizar con sus hijos gruñones. Incluso en los días que han salido redondos es posible que unos padres perplejos se pregunten: "¿Por qué estás enfadado?", o que intenten darle un argumento lógico, como: "Pero si te gusta mucho la tortilla. ¿Por qué no pides tortilla en lugar de quejarte?". En estos días, el negativismo de los hijos provoca el enfado de los padres, con comentarios como: "No hay quien te aguante. Todo te parece mal".
Lo más positivo de todo es que el estilo negativo con el que los niños pesimistas y gruñones se enfrentan a la vida puede corregirse mediante las estrategias adecuadas. Los niños pueden aprender a reconocer los pensamientos negativos y a modificarlos. Requiere un poco de práctica, pero cuando el niño se hace con ello las cosas se vuelven mucho más fáciles.
El objetivo no es únicamente conseguir que el niño deje de quejarse, ya que los niños quejicas son también expertos en mostrar su enfado en silencio. El objetivo es que estos niños se enfrenten a su problema de negativismo e intenten superarlo, que se hagan más fuerte ante las contrariedades y que sean capaces de concentrarse en los aspectos positivos en vez de quedarse sumidos en los negativos. Esto hace a los niños mucho más felices.
Si deseas ponerte en contacto con nosotros, puedes hacerlo en horario de 9 a 20 de lunes a viernes a través del teléfono fijo 960 800 108 y las 24 horas del día a través de nuestro formulario de contacto.
|