Cómo detectar la Envidia
Probablemente coincidas conmigo en que se habla poco de este tema, salvo para recordar el refrán: “Si la envidia fuera tiña, todos tiñosos”, o “es sólo envidia sana”, pero poco más se profundiza. ¿Sabes cómo detectar la envidia? ¿Conoces cómo se camufla detrás de algunos disfraces?
Te hago una pregunta:
¿Fue el psiquiatra norteamericano Harry Stack Sullivan demasiado atrevido asignando a la envidia el papel de actriz principal de los desórdenes en las historias humanas? Sigue, sigue leyendo.
La envidia como factor precipitante de los principales desórdenes mentales
En la psicopatología actual, psiquiatras y psicólogos hemos prestado escasa atención al problema de la envidia. Sin embargo, el psiquiatra norteamericano Harry Stack Sullivan concedió a la envidia una argumentada prioridad.
Este psiquiatra definió la envidia como “un sentimiento de aguda incomodidad, determinado por el descubrimiento de que el otro posee algo que sentimos que deberíamos tener” y consideraba “la envidia y los celos como factores precipitantes de los principales desórdenes mentales”.
Por tanto, en la envidia no se trata simplemente de que el envidioso se apesadumbre por el bien del envidiado, sino que, además, sienta que con él se comete una injusticia, porque precisamente ese bien, ese éxito debiera ser suyo.
Tipos de Envidia | Cómo detectar la Envidia
Dado que la envidia es una emoción muy incómoda, a menudo hacemos todo lo posible por no sentir sus punzadas. Existen numerosas formas de negar o suprimir nuestra envidia. A continuación, presentamos algunos de los principales tipos de envidia en lo que a su manifestación se refiere:
- El que menosprecia. En este tipo de envidia, la manera de reaccionar a la envidia consiste en decir que lo que se envidia no sirve de nada. Los envidiosos de este grupo intentan convencerse a sí mismos de que el objeto envidiado no les interesa y, por lo tanto, ¿para qué envidiarlo? Sin embargo, estos argumentos no resultan muy convincentes y la envidia persiste soterrada. Una persona atenta es capaz de detectar este tipo de envidia con rapidez escondida detrás de esta clase de críticas menospreciativas, que pueden herir profundamente al receptor de las mismas.
- El que se denigra a sí mismo. Este tipo de personas utiliza también la crítica como arma defensiva contra la envidia, pero en este caso dirigen la crítica hacia sí mismas. Por ejemplo, nunca se presentan candidatos a los ascensos laborales pues alegan en voz muy baja que “no creo que pudiera con ese puesto”. Prefieren decir “no sirvo para nada” a poner en peligro su relación con otras personas. Los que se denigran a sí mismos tienden a dar mucha importancia a las relaciones personales, pero suelen acabar sin lo que realmente desean.
- El provocador. Su estrategia consiste en hacer que otros sienta la envidian, presumiendo de sus atributos, su riqueza, su atractivo o su talento. Esto sólo lo hacen frente a quienes creen que poseen menos que ellos y así poder disfrutar de la envidia de los demás. Los provocadores se enfrenten a su propia envidia haciendo que otros carguen con ella, pero lo pagan con la pérdida de buenas relaciones con otras personas.
En mi experiencia como psicóloga en nuestro centro de psicología en Valencia, en algunas ocasiones encuentro a tipos de envidiosos puros, pero en general, suelen mezclarse tipos de envidia según las circunstancias y características de cada caso.
La transformación de la envidia en algo positivo
La envidia ha tenido siempre una pésima prensa. Sin embargo, la envidia posee igualmente un valor potencial. Aunque sus manifestaciones pueden resultar sumamente dañinas, contiene asimismo las semillas de posibilidad creativa. Si la enfocamos de modo adecuado, la envidia puede estimular el desarrollo personal. Envidiamos lo que podríamos crear o conseguir aunque por algún motivo no lo hayamos hecho.
Veámoslo en la práctica:
- Si te envidio, por ejemplo, porque has obtenido un máster MBA y yo no, esto podría impulsarme a explorar la posibilidad de conseguir yo también el diploma.
La envidia es una emoción destructiva si la negamos, pero si la reconocemos y trabajamos con ella, puede permitirnos alcanzar lo de que verdad deseamos.
Tanto mi equipo de psicólogos en Valencia como yo misma, constatamos a diario que las terapias relacionadas con la envidia y sus distintas manifestaciones son motivo habitual de consulta en nuestro centro de psicología en Valencia. Si es tu caso, no lo dudes: ¡Llámanos! ¡Te ayudamos! También terapia online para aquellos que no pueden desplazarse hasta Valencia.
Denitsa -
El articulo me parece realmente interesante sobre todo porque intenta quitarle algo de carga negativa a esta emoción tan evitada. La envidia, tal y como indica no tiene porque ser algo malo, al contrario es igual de adaptativa que todas las emociones y su principal utilidad es que nos permite marcarnos objetivos y nos motiva para conseguirlos. Otra cosa es qué estrategias va a emplear cada persona para alcanzar su meta, pero esto es algo que tendrá que ver más bien con los valores y límites de cada uno.
Alicia López de Fez -
Buenos días Denitsa,
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra saber que el artículo te ha resultado interesante.
Y, efectivamente, toda sombra tiene su luz: ¡la envidia también!
Un abrazo,
Alicia López de Fez
Directora Centro Piscología López de Fez
Hellen -
Me ha gustado mucho vuestro artículo. El apartado del Menosprecio, como manifestación de la envidia, me ha parecido de 10.
Muchas gracias.
Hellen.
Alicia López de Fez -
Estimada Hellen,
Me alegra saber que te ha gustado. Sí, menospreciar es un síntoma claro de envidia en la gran mayoría de los casos: ¡ahora ya sabes cómo reconocerla más rápido!
Un cordial saludo,
Alicia López de Fez
Directora Centro López de FEz
Valencia, España