¿Qué entendemos por hábito? Un hábito es un conjunto de actos complejos que, al repetirse sistemáticamente, se interiorizan y pasan a ejecutarse de forma precisa y automática. Los hábitos crean disposiciones para actuar y, al exigir menos esfuerzo, facilitan la realización de las tareas. Es más fácil incorporar o crear un nuevo hábito que modificar uno ya establecido. Por tanto, desde el primer momento, tenemos que ayudar al niño a adquirir correctamente su hábito de estudio. De este modo, se pondrá en marcha una parte importante del proceso académico. ¿Qué es el hábito de estudio? El hábito de estudio consiste en la repetición del acto de estudiar realizado en el mismo lugar, a la misma hora y de la misma manera. Es un paso imprescindible para desarrollar con éxito la capacidad de aprendizaje del niño y les ayuda a hacer del estudio una actividad diaria e ineludible. El hábito de estudio requiere la repetición de una técnica y que ésta sea eficaz, es decir, que se traduzca en un rendimiento académico adecuado a la edad del niño. Mediante el hábito de estudio, adquiere un método a través del cual estudiará más con menos esfuerzo. Asimismo, se sentirá más seguro en relación con los estudios y confiado en sus capacidades para superar las diferentes pruebas académicas. El primer paso para crear hábito de estudio es tener una actitud positiva hacia éste. Esto significa que el estudiante ha de valorar el estudio como un medio de crecimiento personal. Sin embargo, los niños y adolescentes más jóvenes están, en muchos casos, evolutivamente incapacitados para proyectarse en el tiempo y ser sensibles a los premios a largo plazo. Es por ello que la introducción de metas intermedias y reforzadores a corto plazo puede dotar de connotaciones positivas a la tarea de estudio. Los hábitos de estudio deben ser inculcados desde la etapa preescolar y se ha visto que su presencia tiene una clara y positiva influencia sobre el rendimiento escolar. Es en la adolescencia cuando debe profundizarse en el sentido del esfuerzo y del trabajo, transmitiendo ideales más abstractos por los que valga la pena esforzarse. Por otro lado, es esencial hacer un plan de trabajo, un horario equilibrado y realista, además de requerirse que el alumno domine herramientas básicas de estudio: lectura rápida, lectura comprensiva, subrayado, realización de resúmenes y esquemas, memorización y autoevaluación. En esta línea, las técnicas de estudio constituyen una herramienta valiosa para comprensión, organización e interiorización de contenidos curriculares. Aunque es arriesgado afirmar que el desconocimiento de las técnicas de estudio conlleve a una situación de fracaso escolar, es un hecho que factores como el tiempo dedicado al estudio, las actividades complementarias, las situaciones personales de ansiedad y el nerviosismo frente a los exámenes, condicionan y juegan un papel importante en el resultado académico. De esta forma, los niños que desarrollan el habito de estudio tienen muchas menos probabilidades de tener problemas académicos como el fracaso escolar. Si desea ponerse en contacto con nosotros, puede hacerlo en horario de 9 a 20 de lunes a viernes a través del teléfono fijo 960 800 108 y las 24 horas del día a través de nuestro formulario de contacto.
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