Áreas de la autoestima en niños

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Áreas de la autoestima

La autoestima es un elemento básico en la construcción de la felicidad. Un niño que se sienta querido y valorado será capaz de querer y valorar a los demás. La autoestima le hará sentirse seguro y competente.

En la autoestima, distinguimos tres áreas:

  • Área emocional: lo que los niños sienten. Es lo que siente el niño en las situaciones en las que tiene que ejecutar una conducta y luego evaluar el resultado de esa ejecución. El niño puede sentirse satisfecho y feliz o, por el contrario, triste, rabioso o iracundo. Aprender que las emociones no son ni buenas ni malas, sino propias de cada uno, empieza por saber verbalizarlas. Aprender a expresar cómo se siente es parte del proceso que debe desarrollar un niño con una sana autoestima.
  • Área cognitiva: lo que los niños piensan. Es la definición que el niño tiene de sí mismo. Esto es lo que denominamos "autoconcepto". El autoconcepto incluye sus preferencias, sus intereses, las cosas que se le dan bien, .... Los principales aspectos que influyen en la formación del autoconcepto de los niños son los siguientes: la manera en la que se ven ellos mismos haciendo las cosas, el feedback que los demás les devuelven en sus actuaciones y lo que son capaces de conseguir.
  • Área motora: lo que los niños hacen. Los niños se comportan de acuerdo con el concepto que tienen de sí mismos (autoconcepto). Si piensan que van a ser capaces de conseguir las metas que se proponen, usarán todos los medios a su alcance para ello, lo que aumenta las probabilidades de conseguirlas. Cuando los niños parten de las dificultades que se imaginan y se centran en los aspectos negativos, tienen muchas probabilidades de fracasar o incluso de abandonar antes de intentarlo, reafirmando así un autoconcepto de fracasado.

Un niño con una sana autoestima desarrolla un pensamiento positivo, es decir, tiene predisposición a observar lo bueno de las situaciones, se esfuerza por lograr el mejor resultado, persevera ante los contratiempos y atribuye lo conseguido a su actuación y no a la suerte o el destino.

Los niños que desarrollan una sana autoestima aprenden a evaluar las consecuencias que su comportamiento tiene en los demás e intenta disminuir los daños innecesarios que pudiera causar. Es decir, aprenden a respetar a los demás.

Para ilustrar la relación de las tres áreas que componen la autoestima y, en general, el comportamiento humano, proponemos un ejemplo:

El caso de Álvaro

Álvaro tiene siete años, suele estar triste y le da vergüena hablar cuando tiene que participar en alguna actividad en clase. Tampoco se comunica mucho con los demás niños y en el patio prefiere jugar solo. No sonríe demasiado y no hace ninguna tarea de clase si no es porfesora.

Álvaro se dice así mismo cosas como: "Me da miedo hacer cosas yo solo, seguro que me saldrán mal. Soy muy aburrido y un poco patoso, así que si juego con los demás seguro que se reirán de mí. No voy a ser capaz de contar lo que que quiero decir: tartamudearé o  no me saldrán las palabras. Ya empiezo a ponerme rojo de pensarlo. Todos me mirarán y se burlarán de mí".

Álvaro es un ejemplo claro de un niño con la autoestima baja. Su manera de pensar, sentir y hacer refuerza su autoconcepto de incapaz, hábil y torpe.

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